Ayuntamiento de Totana

(12/12/2001)

La Comisión de Gobierno, en su última reunión celebrada la pasada semana, aprobó la moción presentada por el Grupo Municipal de Izquierda Unida, sobre IBN ARABI, a través de la cual darán el nombre de Abenarabí a una calle o plaza del municipio, además de organizar un concurso literario para jóvenes cuyo tema será "Vivir entre culturas". El concurso se presentará bajo el nombre de Abenarabí, y podrán optar al premio jóvenes que residan en el municipio, pudiendo estar los trabajos escritos en castellano o en árabe. Las obras premiadas se traducirán a los dos idiomas, y la entrega de galardones se hará aproximadamente sobre el 28 de julio, fecha de nacimiento de Abenarabí.

Y es que, el 16 de noviembre se cumplió el aniversario de la muerte de una de las más grandes figuras del pensamiento universal, el filósofo y místico Abu Bakr Muhammad ibn Ali ibn Muhammad al-Hatmi al-Tai ibn al-Arabi, más conocido en el mundo occidental por ibn Arabi, o simplemente Abanarab, que había nacido en Murcia, el 28 de julio de 1165 (17 del Ramadán del año 560 de la hégira). Su trayectoria intelectual y humana culminaba 75 años después, con más de cuarenta ciudades recorridas y un legado de más de 500 obras. Nada más que su libro Kitab al Futuhat al-Makkiyya (Libro de las revelaciones de La Meca), ocupa más de 4.000 páginas distribuidas en 560 capítulos. La magnitud de sus obras y el influjo ejercido por su pensamiento hizo que fuera enterrado con honores en Damasco, donde le sultán turco Semilla II, le construyó una mezquita y una madraza que todavía hoy se guardan con veneración. Abenarab es con toda probabilidad la figura más importante del pensamiento que ha alumbrado la tierra murciana. En uno de los momentos de mayor esplendor de la Región de Murcia, despertó la admiración de los personajes más ilustres de su época, quienes vieron en él, con palabras de Averroes, un estado de alma jamás conocido en persona alguna. Su obra sirvió para iluminar las sombras de lo que algunos han llamado Edad Oscura del Medievo, y puede decirse que su vida fue la antítesis del fanatismo y la ignorancia. La mística española cristiana de San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús están alimentadas por la obra del murciano universal. La filosofía alemana de Heidegger, precursora del existencialismo francés, regresa ocho siglos más tardes a los lugares comunes que se encuentran en la obra del inmortal Abenarab. Según la moción aprobada, en un momento como el presente, donde las voces de la discordia alertan de un presunto "choque de civilizaciones", Abenarab, es una muestra ejemplar de que lo que estamos viviendo es una realidad, un "choque de ignorancias". Recuperar y relanzar la obra de este filósofo extraordinario, es un imperativo moral para la tierra que lo vio nacer. De ahí, que Murcia no tenga que identificarse con la barbarie de bombas, sino con la luz de la cultura y la convivencia, la verdadera luz que se ve al final de este trágico túnel de la guerra y el terrorismo.