Ayuntamiento de Totana

Izquierda Unida de Totana piensa que “EL ALCALDE DE TOTANA DEBE DE CLARIFICAR YA CUAL VA A SER EL FUTURO DE LAS 50 FAMILIAS QUE AHORA DEPENDEN CENTRO ESPECIAL DE EMPLEO DE MIFITO”

(03/12/2009)

Desde hace unos meses, se viene anunciando la absorción de los trabajadores del Centro Especial de Empleo de MIFITO (la Asociación de Minusválidos Físicos de Totana) por parte del Ayuntamiento. Incluso, hemos escuchado que se iba a convocar un Pleno Extraordinario durante el mes de noviembre para adoptar el acuerdo de absorción de trabajadores o adquisición de acciones por parte del Ayuntamiento a la Asociación MIFITO.

Estamos ya a inicios de diciembre, y ni se ha convocado el Pleno extraordinario, ni el Alcalde de Totana ha clarificado aun nada ante la incertidumbre creada a las casi 50 familias afectadas. Ya va siendo muy conveniente que los concejales, el pueblo en general y, especialmente los trabajadores del Centro Especial de Empleo dependiente de MIFITO conozcan los términos de esa negociación, compra y absorción de trabajadores por parte del Ayuntamiento de Totana.

La presidencia de Izquierda Unida de Totana tras su reunión del lunes 30 de diciembre emitió un comunicado al respecto de la compra por parte del Ayuntamiento del Centro Especial de Empleo dependiente de MIFITO en los siguientes términos:

1º.-El Alcalde debe empezar a clarificar ya lo que va a pasar con el Centro Especial de Empleo dependiente de MIFITO, acabando con el secretismo que ahora mantiene el Partido Popular con respecto al tema.

2º.-Si, como se deberá, habría que consignar una partida presupuestaria para el mantenimiento del Centro en los Presupuestos Municipales de 2010. Los grupos municipales deben ir sabiendo la cantidad y los capítulos afectados.

3º.-El Alcalde debe clarificar el Régimen Jurídico en que va a quedar el Centro Especial de Empleo, así como la situación legal en que seguirán sus empleados.

4º.-Por último, Izquierda Unida de Totana no va a permitir que los derechos consolidados de este colectivo de trabajadores sean objeto de mercadeo, y las promesas del alcalde Martínez Andreo queden en agua de borrajas.