Ayuntamiento de Totana

LA PEDANÍA DEL RAIGUERO BAJO CELEBRA LA FESTIVIDAD DE SU PATRON SAN FULGENCIO CON LOS “CANTOS DE ÁNIMAS”, UNA DE LAS FIESTAS MÁS TRADICIONALES DE ESTA DIPUTACIÓN TOTANERA

(16/01/2010)

El alcalde de Totana, José Martínez Andreo, y el concejal de Pedanías, Juan Pagán, han asistido esta mañana a los Cantos de ánimas, una de las fiestas más tradicionales que se celebran en la diputación de El Raiguero Bajo, con motivo de la celebración de San Fulgencio, patrón de la pedanía.

Estas fiestas, que son muy antiguas y tienen un gran valor antropológico, consistentes en los cantos de ánimas estaban muy extendidos por el municipio pero hoy en día sólo quedan estos, que se llevan a cabo el 1 de enero en la ermita de la Araña, el de 6 de enero en el Raiguero Alto, y el día de hoy, 16 de enero, estos cantos de ánimas se celebran en el Raiguero Bajo.

Las autoridades municipales han asistido a la misa de las 12:00 horas, donde la Cuadrilla de Ánimas del Raiguero cantó el “aguilando pagao” en el que un asistente a dichos cantos, el feligrés, se dirige al “guión”, que es el cantaor de la cuadrilla y le paga una cantidad de dinero para que le cante a alguna persona que él ha elegido, que generalmente suele ser el feligrés que elige a algún amigo, familiar o a alguna moza guapa por la que pierde los vientos.

Estos cantos acaban a la hora de la comida cuando toda la cuadrilla de ánimas se va a reponer fuerzas.

Posteriormente, y tras la comida, la fiesta continuó en el Raiguero Bajo por la noche con el “baile de pujas”, que al igual que la celebración matinal es una fiesta que data de fechas muy antiguas con el fin de divertir a los asistentes y conseguir dinero para la ermita.

En este baile hay tres figuras: La cuadrilla con su cantaor al frente y que aquí se denomina "guión", "el inocente" o persona encargada de dirigir el baile y organizar las pujas y el público. Después de comenzado el baile, algunas personas del público se dirige al inocente, en secreto, y le paga una cantidad de dinero para que dos personas del público, un hombre y una mujer, bailen juntos. Acto seguido, el guión comunica al varón elegido por el postor para bailar la puja de este último, y si el elegido no quiere bailar con esa mujer, o sencillamente no quiere bailar con nadie, le pregunta al guión el importe ofrecido y sube la puja para no hacerlo y empieza una subasta entre los dos, que gana el que más dinero está dispuesto a pagar para conseguir sus pretensiones y así sucesivamente hasta el final de la fiesta.

Este tipo de bailes se presta mucho a las bromas y a la picaresca, siendo frecuente las pujas para que el más feo baile con la más guapa. A veces, el inocente también es víctima de las bromas.

En el folclore de esta diputación, se conservan muchas influencias andaluzas que según los estudiosos son debidas al hecho de ser lugar de paso de la fuerte emigración de pobladores de esta región hacia las minas de La Unión. Estas gentes pernoctaban en las tres ventas existentes en el Camino Real: La Roja, La Vieja y La Pastora coincidiendo su estancia con los bailes de ánimas.

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Fotos: totana.es